Perspectivas de Solución a Caso de Estudio GRUPO 27

E-MEDIADOR EN AVA UNIVERSIDAD

INTRODUCCIÓN

Los recursos de carácter tecnológico, y su directo impacto en las pedagogías que se empleen en las metodologías a distancia y virtuales, deben ser vistos como alternativas modificables permanentemente, y no como únicas ni irremplazables. Esta debe ser una premisa de todo el sistema, pues aún se aprecian algunas instituciones y programas que valoran o cuantifican su modelo virtual en la inversión o tecnología de punta que emplean en sus plataformas LMS, en sus sistemas de mensajería o en la alta configuración requerida en los equipos de cómputo de sus estudiantes para el desarrollo del proceso virtual. La tecnología en la educación debe seguir siendo un reto para los pedagogos y no concentrarse en los ingenieros.

           De nada nos sirve, como sistema, pretender impactos (más de mercadeo) relacionados con millonarias inversiones en tecnologías, que prontamente quedarán obsoletas, sin total claridad sobre el uso que se dará a las mismas y, lo más importante aún, a los objetivos de formación que se esperan lograr con ayuda de la virtualidad.

           De esta forma, un sistema de aseguramiento de la calidad de los programas académicos a distancia y virtuales de educación superior, como el colombiano, debe velar porque los objetivos últimos de la formación personal, las competencias profesionales definidas en los respectivos planes de estudio y los espacios de práctica que permitan validar el conocimiento, entre otros, garanticen la formación del profesional idóneo deseado por cada institución en su respectivo proyecto educativo y se cumpla con los objetivos de formación, definidos por la Ley 30 de 19921, de educación superior, en su artículo 6º.

            También debemos ser enfáticos en afirmar que hoy ya no es comprensible un proyecto formativo ausente de tecnología, de contacto con redes informáticas y de las valiosas oportunidades que para la docencia y la investigación tiene el Internet, incluso para los programas registrados en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior como de metodología presencial.

            Esa virtualidad, en sus diversas formas de e-learning y de blended learning, no es una opción, y menos aún una característica accesoria. Es una competencia formativa mínima que debe garantizarse en los estudiantes de naturaleza presencial, y aunque es Perogrullo vale repetirlo, básica para los estudiantes de naturaleza virtual o a distancia. Además, no puede desconocerse el hecho de que cada día son más los bachilleres que se gradúan con altos niveles de competencia de manejo de tecnología, uso de recursos educativos abiertos y en línea, y grandes habilidades para la computación. 

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